jueves, 24 de marzo de 2011
justicia poética
Hace un año mi iPod y mi manzanita dejaron de funcionar a la vez, en ese momento perdí toda mi música... all gone. Y con ella piezas de memoria irrecuperables. Después de la frustración inicial me lo tomé como una señal de punto y a parte para aprender, para descubrir nueva música, nuevos caminos.
Hace un par de días saqué del cajón la pieza de coleccionista (cuarta generación, 20Gb nos parecían un mundo!!!) y lo envié a Kansas donde probablemente un grupo de stoners lo destriparon en un garaje. Hoy me lo mandaron y no lo sabré hasta que llegue, pero hay esperanza de recuperarlo y con él la música y los recuerdos! (excepto aquellos borrados por supervivencia).
Y aquí es donde empieza el tema del día. Cosas que ocurrieron y con toda tu frustración no pudiste ayudar... y de repente puedes hacer algo al respecto aunque no tenga relación directa con lo que su momento pasó pero que de alguna manera parecen enmendarlo viajando en el espacio y en el tiempo.
Es así que esta mañana a las 8:15 am (ya llegaba tarde) presencié un accidente. Un taxista decidió hacer un cambio de sentido sin siquiera mirar y se llevo por delante a un ciclista. No le pasó nada, pero podía haber sido fatal porque a esta hora Milwaukee tiene muchísimo tráfico. Y a mí me pilló justo al lado así que después de asegurarme de que estaba bien, me pidió mi tarjeta (hoy tengo un look muy profesional¿?) para testificar en caso de que fuera necesario.
Si de alguna manera le puedo ayudar, pues será justicia poética.
Publicado por
pumarina
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