miércoles, 30 de mayo de 2007

fahrenheit 451.

la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde.

¨Yo no leo best sellers¨. Ésta frase es la que me ha empujado a reflexionar sobre toda la nueva ¨cultura indie¨. Si voy corriendo a buscar el ordenador para comprobar la pintura de la última cena cuando estoy leyendo el código da vinci, no tengo porqué escuchar ese comentario. Y aplicando aquello q dice ¨come prao, millones de vacas no pueden estar equivocadas¨, no estoy de acuerdo en que la mayoría siempre tiene la razón pero tampoco tiene por qué equivocarse.



Centrándome en el cine, creo que es posible que te guste la vida secreta de las palabras y a la vez disfrutar con palomitas del día del estreno de spiderman3. El cine como yo lo entiendo, fue concebido con el fin de acercar realidades que no se conocerían de otra manera como entrar en el edificio de la ONU en Nueva York como ejemplo en el presente o viajar al pasado y vivir la segunda guerra mundial. Pero también para transportarnos a la fantasía que no nos aporta nuestra vida real, y el especialista en esto es Hollywood. Yo estoy totalmente a favor, y hoy parece que eso es un pecado y un símbolo de falta de cultura. Creo que es posible utilizar la gran pantalla para hacer películas protesta de realidad social, para películas independientes y más o menos culturetas, pero también hay un espacio para la fantasía (que no es necesariamente proporcional al presupuesto del film). Todos la necesitamos, y por eso me siento ofendida por quien se atreve a juzgarme si no me limito a ver películas vietnamitas en vo con subtítulos en inglés. Voy a usar aquí mi teoría de Volver, q desmonta la suya: a un vietnamita que jamás ha tenido contacto con la cultura española no puede impactarle Volver completamente, puede gustarle la película desde un punto de vista estético o hacerle gracia la historia pero lo que la define son los rasgos de las mujeres manchegas y es imposible que el amigo de Vietnam se dé cuenta (o lo que es lo mismo, se reiría con cruz y raya pero no sabría por qué exactamente).
Y así, lo mismo podríamos aplicar a la música (sí, me gusta Sigur Rós y también Avril Lavigne), etc...

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