domingo, 21 de octubre de 2007

caballero de rojo

Una carrera con principio de infarto y final con tanta tensión que me levantó dolor de cabeza. Gritos, adrenalina; pero sobre todo, justicia. Y es que éste es otro caso de teoría de la compensación. Cuando no haces bien las cosas, antes o después te tiemblan las rodillas y te sales de la pista. Nadie se ha alegrado hoy del mal ajeno, simplemente hemos sido testigos del merecido equilibrio (o como se suele decir, el tiempo pone las cosas en su sitio).
No ha podido ser el baño prometido en Cibeles si ganaba Alonso, pero en el mejor de los casos era Raikkonen ese otro favorito. Cómo que el hombre de hielo? Pero si es nórdico, qué queremos? El caballero de rojo, campeón del mundo.

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