jueves, 5 de julio de 2007

el hombre contra la bestia.


The
‘Running of the Nudes’ guiris complaining about the cruelty in sanfermines:

¨Bulls are bred in fields and are not accustomed to the noise of the crowd or being surrounded by people. They are kept in crowded, dark enclouses, and when they are prodded onto the streets with electric shocks, they are momentarily blinded by the sunlight. They are terrified and are hit by runners with rolled up newspapers. The corners of the bulls´route are quite sharp, and the animals often lose their footing and slide into walls, breaking bones and injuring themselves. All the bulls who slip and slide on the streets of Pamplona are running towards a bloody and horrific death in the bullring.¨

Las tradiciones ancestrales que incluyen el maltrato y en este caso la muerte, no pueden ser llamadas arte. O acaso el coliseo se sigue utilizando para las luchas de galdiadores? Las corridas no son más que la celebración del hombre contra la bestia. Lo que nos diferencia es que el hombre es un ser racional, pero en este caso no está muy claro quién es la bestia. La peor parte no es la muerte del toro, sino el agravante de que se hace como colofón de una burla del animal después de hacerle bailar al son de las luces del traje del matador en el caso de la corrida, o al ritmo de los corredores de Pamplona en los sanfermines.
Nada tiene que ver el sacrificio de animales para nuestra alimentación, pues forma parte del propio ecosistema. Pero matarles con el único fin del deleite de aristócratas aireando sus pañuelos tiene tanto sentido como la validez práctica de los títulos de éstos.
Otra hipérbole taurina es la de considerse valientes por enfrentarse a un toro. Yo creo que la palabra para eso es suicidio, es exactamente lo mismo que esperar en frente de un tren en marcha.
Me irrita profundamente que al salir del país me identifiquen con tal atrocidad, no en mi nombre.
Sin embargo, siempre puede ser recordada en el cine, que es el único arte que debería poder cortar rabos y orejas (pero de qué estamos hablando...) siempre con efectos especiales. Por supuesto que debería mantenerse la fiesta de San Fermín con ropa blanca y pañuelos rojos, sin encierro. Y para toro como símbolo, el de osborne, que nos alegra los viajes. Éstas son mis propuestas para no olvidarnos del toro bravo español, pero sin matarle.

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