Como en la peli l'auberge espagnole, empiezo a tener alucinaciones con Erasmo de Rotterdam. Dónde está el chollo que nos prometían? Está claro que la experiencia te cambia la vida, de eso no cabe duda, pero tal vez se tendría que contar la verdadera realidad del Erasmus. Ese hombre que se me aparece querría que fuera revelada, creo que es eso lo que intenta decirme.
Lo cierto es que lo más importante es escoger bien el sitio. Ir a un país cuyo idioma domines al menos un poco. Porque qué fácil es decir, ¨pero si el italiano es de risa...yo lo entiendo todo cuando hablan...¨. Eso está muy bien cuando escuchas ¨parole, parole, parole...¨en alguna fiesta retro, o descifras las canciones de Tiziano Ferro que ya habías escuchado en castellano. Pero ahora estúdiate un buen tocho de ingeniería y explícate en italiano con un profesor que no sólo te juzga como mujer en el sentido machista de la palabra, sino como española. Porque claro, nuestra fama nos precede y hay algunos que no dudan un segundo en enseñarte todos sus prejuicios. Y lo que nos habían dicho es...te aprueban diciendo ¨sono X e sono erasmus¨, cual alcohólico anónimo. Nada más lejos de la realidad, al menos la que a mí me ha tocado. Estúdiate el mismo tocho que cualquier italiano y manda ocho mil emails sin contestación para que sepan que existes, porque no figuras en ninguna lista. Encima han colgado un mural en un corcho, con todas las fotos de los erasmus (esa que me saqué el día que llegué en el fotomatón del coliseo...en la que salgo taaann bien) para que todos nos señalen y digan...pringaos!
En definitiva que ahora que se acercan los últimos ¨apellos¨(y de ahí mis delirios), me paso el día aquí:
Y en este punto es donde paso al optimismo. En qué otro sitio que no fuese Roma podría estudiar en una biblioteca así? Si parece que estoy en una escena de Harry Potter...es una pasada. Y dónde podría ir en los descansos a hacer una visita al Moisés? Aunque ahora te vea en todas partes y hasta en pop-art...
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